Cerrar la persiana
El último día en que Muebles Ezcurdia abrió sus puertas al público, en Pamplona hizo sol, las personas salieron a la calle, los coches circularon por el barrio, hubo curiosos que se asomaron por los cristales de la tienda como cualquier otro día del año. Pero, para Marisol Castillejo, trabajadora del negocio desde hace 21 años, no era cualquier otro día. Ese 31 de marzo, tuvo que cerrar la persiana por última vez.
«Mucha gente ha venido a despedirse. Yo lo agradezco. Se nota, no sé, el cariño de la gente». Estas últimas semanas antes del cierre han sido, en palabras de Marisol, las más locas. Aunque la mayoría de los muebles y productos de decoración ya se habían vendido, todavía les quedaban algunos muebles hechos a mano de la antigua fábrica. Pero, poco a poco, la tienda se ha ido vaciando, pues los clientes, sean deambulantes atraídos por los carteles anunciando el cierre, o vecinos de toda la vida, han generado un tráfico constante.
Además del ritmo frenético de las últimas ventas, la nostalgia por los veintiún años en Muebles Ezcurdia era palpable en Marisol. Veintiún años que la han convertido en parte de la familia, afirma Ana María Soria, dueña de la bajera en la que se encuentra la tienda y viuda de José Mari Ezcurdia Gurpegui. Ambas recuerdan los años en que los nietos de Ana María —ahora adultos— corrían por toda la tienda y otros años en los que estuvieron en la calle Sandoval, lugar donde Marisol comenzó a trabajar en Muebles Ezcurdia.
Para Marisol, el cierre de esta etapa en la tienda esquinera de Paulino Caballero, es también el comienzo de una nueva. «Estoy echando currículos para buscar trabajo, que aún me quedan años para jubilarme… Estoy en la edad en la que soy joven para jubilarme y vieja para trabajar». Nos cuenta que tiene un poco de miedo y nerviosismo porque, en teoría, todavía le quedan siete años para jubilarse. «Bueno, de momento siete. Ya veremos, porque me lo van alargando cada vez más».
Entre ganas de acabar y tristeza por el final de esta etapa, tanto Marisol como Ana María dicen adiós. Para Muebles Ezcurdia la persiana se cierra.
El negocio del mueble se está perdiendo. El mueble de madera, el mueble artesano, el mueble que hoy en día vale dinero porque la calidad vale la pena. La realidad es que, como afirma Marisol, «ya no se puede pagar la mano de obra de antes, ni los materiales». Por su parte, con el cierre de la tienda, Ana María debe responder a la cuestión sobre qué hacer con la bajera. «Esta bajera es nuestra, estaba a nombre de mi marido que murió hace cinco años. No sé qué es lo que haremos con ella porque ahora están tan mal los alquileres, ventas, negocios… Está todo un poco complicado»
Cerrar la persiana es una historia de... Sofía Ode, Mario Medina y Vania Samperio.
Imágenes: Equipo Sin Relevo.
Redes: Mario Medina
Diseño web: Vania Samperio.
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